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Volumen 9, número 1
Ago / Sep 2014 . vol. 9 / núm. 1

Cómo ayudar a los propietarios de perros a manejar la exposición al óxido de cinc

Una visión general del diagnóstico y el tratamiento de la toxicosis por óxido de conc debido a la ingestión de crema para rozaduras por pañal.

Por Samantha Wright DVM

CASO DE TOXICOLOGÍA



Samantha Wright y Brandy R. Sobczak, DVM

Un labrador de seis meses de edad y 19.1 kg masticó un tubo de ungüento para rozaduras de pañales, que contenía 10% de óxido de cinc. El perro pinchó el tubo e ingirió casi tres onzas del ungüento, pero no tragó algo del tubo de plástico. La dosis estimada de óxido de cinc ingerida por este perro fue de 448.8 mg/kg.

El propietario llamó al ASPCA Animal Poison Control Center (APCC) casi 15 minutos luego de la exposición. En ese momento, el perro, que se encontraba con buena salud, no mostraba signos clínicos.

MANEJO DEL CASO
Ya que el perro se encontraba asintomático el personal de ASPCA APCC le sugirió al propietario darle al perro una pequeña cantidad de leche para actuar como demulcente (un agente protector que ayuda a reducir y aliviar la irritación en la cavidad bucal y estómago) y monitorear al perro en el hogar en búsqueda de signos de malestar gastrointestinal leve, incluyendo vómito, anorexia y diarrea. También se le instruyó al propietario para detener la alimentación y el agua en caso de que el perro vomitara.

El perro comenzó a vomitar casi 75 minutos luego de la exposición y tuvo vómitos intermitentes por casi 45 minutos. El vómito contenía líquido claro y evidencia del ungüento. El perro se encontraba letárgico y se hallaba por completo normal dentro de las siete horas siguientes.

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