
Alimentación enteral en perros y gatos: Indicaciones, principios y técnicas
Las sondas de alimentación enteral constituyen una herramienta fundamental en el suministro de apoyo nutricional en animales que no desean o no pueden consumir suficientes calorías por sí mimos.
ARTÍCULO
Kelly D. Mitchell, DVM, DVSc., DACVIM
Introducción y principios generales
Las sondas de alimentación enteral constituyen una herramienta fundamental en el suministro de apoyo nutricional en animales que no desean o pueden consumir suficientes calorías por si mismos1. El apoyo nutricional deberá considerarse para cualquier animal que ha estado anoréxico o ha tenido un consumo voluntario inadecuado de calorías por ≥ 3 días, ha perdido ≥ 10% de su peso corporal o manifiesta otros signos de desnutrición (por ejemplo, pelaje áspero, emaciación muscular, curación de heridas deficiente, hipoalbuminemia, linfopenia2. Deberá considerarse el apoyo nutricional en aquellos pacientes con condiciones predisponentes tales como vómito, diarrea o enfermedad hepática, antes del desarrollo de desnutrición evidente3. También se recomienda la colocación de sondas de alimentación preventivas en pacientes en quienes se espera anorexia parcial o total (por ejemplo, cirugía facial o de mandíbula, linfoma gastrointestinal felino, etc.) y que puede hacerse a menudo al momento de la anestesia general para procedimientos terapéuticos o diagnósticos.
Cuando las vías gastrointestinales son funcionales se prefiere la nutrición enteral a la parenteral, pues es más sencilla, más económica, tiene menos complicaciones y es más sólida desde el punto de vista fisiológico2,3. Como punto de inicio, los animales se suplementan por lo general con calorías equivalentes a su requerimiento de energía en reposo (RER) cada día (RER = (70 x peso corporal en kg)0.75)2. Se monitorean con cuidado el peso y la condición corporales, y la tolerancia a la alimentación parenteral para determinar si deberá modificarse el valor calórico del plan nutricional2. Se calcula el volumen de líquido disponible comercialmente (sondas nasoesofágica y de yeyunostomía) o dieta en lata (sondas de esofagostomía y gastronomía) por administrarse a diario. Las dietas en lata se licuan con el agua justa para facilitar el paso a través de la sonda. La densidad de energía (kcal/mL) del alimento licuado es igual a las kcal de la dieta sin alterar, dividida entre el volumen final (en mL). El volumen (mL/día) del alimento por administrarse por día es igual a RER (kcal/día) dividido entre la densidad de energía del alimento licuado (kcal/mL). Las dietas líquidas no necesitan diluirse por lo general, así que se administra a diario el volumen equivalente al RER del animal. Suponiendo que la alimentación enteral se tolera bien, los animales que han estado anoréxicos por más de tres a cinco días, deberán recibir una tercera parte de su RER el primer día, 2/3 de su RER al segundo día y todo su RER a partir del tercer día en adelante.
La alimentación puede ser como infusión continua (dietas líquidas por lo general para pacientes hospitalizados) o como alimento en cuatro a seis bolos por día. La alimentación en bolos deberá calentarse a la temperatura corporal al colocar la jeringa llena en un baño de agua caliente. Para la alimentación mediante bolos a través de sondas de esofagostomía y de gastronomía, la sonda se aspira con una jeringa antes de la instilación de alimento. En caso de aspirar alimento residual, se le regresa al paciente y al volumen programado se le resta una cantidad equivalente. Si los volúmenes de alimento residual son persistentes o evitan la alimentación completa de RER, deberán considerarse agentes promotilidad (por ejemplo, metoclopramida, 0.3 mg/kg, vía oral, o mediante sonda, 3 a 4 veces al día 30 minutos antes de la alimentación). Por lo general se tolera bien un volumen de 5-10 mL/kg/comida, aunque los animales que comían normal antes de colocarles la sonda (por ejemplo, cirugía facial) o animales con alimentación por sonda de manera crónica, pueden tolerar volúmenes ligeramente mayores2. La sonda deberá enjuagarse con 5-10 mL de agua cada vez que se utilice.
Las complicaciones comunes a las técnicas de alimentación enteral incluyen en general desplazamiento de la sonda, obstrucción de la sonda, neumonía por aspiración y diarrea4. Con el fin de evitar la obstrucción, la sonda deberá lavarse con agua corrientes antes y después de las alimentaciones o medicaciones, de manera intermitente durante el día para alimentación continua y siempre que se aspire la sonda para verificar el contenido gástrico o si se aprecia contenido gástrico dentro de la sonda. Inyectar agua con presión suave destapará casi cualquier obstrucción4. En caso de no tener éxito, instile agua carbonatada4 o refresco de cola6 y que así permanezca por una a dos horas para que se digiera6. Evite colocar sucralfato en la sonda y disuelva todas las tabletas de medicamentos en agua, antes de administrarlas a través de la sonda4. Una complicación común es la inflamación del sitio del estoma, sobre todo durante los primeros días luego de colocar sondas de esofagostomía, gastrostomía y yeyunostomía. La infección del sitio del estoma se trata mediante lavado y limpieza de la herida, ungüento antibacteriano tópico y cambios frecuentes de vendaje4. La infección o drenaje persistentes del sitio del estoma necesita de mayor investigación. Puede haber diarrea como resultado del proceso de la enfermedad primaria, el alto contenido de grasa o la osmolalidad de la dieta4.