 
            Realizando una biopsia hepática
El análisis de muestras es fundamental para diagnosticar enfermedad hepática.
CIRUGÍA
>La  biopsia hepática y el análisis de muestras son pasos importantes en el  diagnóstico de enfermedades hepáticas. La aspiración hepática con aguja  fina suele tener una precisión diagnóstica baja, tan baja como el 30% en  comparación con la histopatología en un estudio, lo que lleva a la  recomendación de biopsias quirúrgicas.1 Dependiendo del proceso de la  enfermedad subyacente, estos pacientes pueden estar sistémicamente  enfermos, con tiempos de coagulación prolongados, ascitis o cirrosis  hepática significativa, lo cual puede volver más desafiantes a las  biopsias quirúrgicas y en mayor riesgo de complicaciones. El riesgo más  importante por considerar, dada la función hepática, es el sangrado.  Como resultado, generalmente se recomienda verificar los tiempos de  coagulación de un paciente antes de obtener biopsias.
Principios generales de biopsia hepática
Al  obtener biopsias hepáticas de un paciente, es importante hacerlo de  manera que se maximice la probabilidad de un diagnóstico mientras se  minimiza el riesgo para el paciente. En 2019, el Colegio Norteamericano  de Medicina Interna Veterinaria publicó una declaración de consenso  sobre el diagnóstico y el tratamiento de la hepatitis crónica canina,  que describe las recomendaciones para la obtención de muestras y los  procesos de envío.
Las muestras deben ser lo suficientemente  grandes como para obtener de 12 a 15 tríadas portales. Además, se  recomienda muestrear diferentes lóbulos hepáticos, ya que puede haber  variaciones entre ellos. Finalmente, las muestras también deben enviarse  para cultivo aeróbico y anaeróbico, y cuantificación de cobre. Se  requieren de 20 a 40 mg de hígado para enviar una muestra para  cuantificación de cobre. En última instancia, esto ha resultado en la  recomendación de un mínimo de 3 muestras de biopsia quirúrgica de al  menos 2 lóbulos hepáticos para histopatología: una para cultivo  anaeróbico/aeróbico y otra para cuantificación de cobre.
Biopsia guiada por ultrasonido
Una  de las opciones menos invasivas para biopsia hepática es utilizar un  instrumento de biopsia, tal como el dispositivo de biopsia Tru-Cut. Esta  aguja de biopsia con núcleo permite muestrear lesiones más grandes que  una aspiración con aguja fina. Estas muestras pueden obtenerse con guía  por ultrasonido. Estudios han demostrado que estas muestras son  compatibles entre 48% y 83% con biopsias hepáticas quirúrgicas.2,3  Existe una mayor probabilidad de hemorragia con esta técnica en  comparación con aspirados con aguja fina, aunque la probabilidad de una  hemorragia grave potencialmente mortal es baja. Aunque esta es sin duda  la opción menos invasiva disponible para biopsia hepática, la precisión  diagnóstica podría estar limitada por el tamaño de muestra. Si se apoya  en biopsia con aguja para el muestreo, se recomiendan más de cuatro  muestras para asegurar la obtención del número necesario de tríadas  portales.4 Estas muestras por lo general requieren un cuidado  adicional durante su manipulación debido a su pequeño tamaño. Es fácil  aplastarlas o inducir artefactos en estas muestras.
Técnicas de biopsia hepática abierta
Existen  múltiples técnicas para realizar biopsias hepáticas mediante  celiotomía. En última instancia, la elección de la técnica queda a  criterio del cirujano principal.
Una de las técnicas más  sencillas es obtener una biopsia de la periferia de un lóbulo hepático  seleccionado mediante la técnica de guillotina. Para esta técnica, se  selecciona una porción de la periferia del lóbulo hepático que sea más  puntiaguda o se vuelva gradualmente delgada, y se coloca un asa de  sutura absorbible, tal como polidioxanona, a su alrededor. Se aprieta el  asa, se liga el lóbulo hepático y se secciona distalmente a la sutura.  Esta muestra puede enviarse para análisis histopatológico o, si el  tamaño es adecuado, puede ser dividida en diferentes porciones para  cultivo y cuantificación de cobre. Incluso si la muestra tiene un tamaño  adecuado para ser dividida en múltiples porciones, es importante  recordar las recomendaciones previamente mencionadas sobre el muestreo  de múltiples lóbulos hepáticos debido a la posible variación entre  ellos.
Otra técnica apropiada, sobre todo si la lesión no se  encuentra en la periferia, es el uso de un punzón de biopsia. Este puede  utilizarse en cualquier parte del hígado, aunque se debe tener  precaución hacia el centro y el hilio del lóbulo hepático en el que se  hará la biopsia. Al utilizar un punzón de biopsia, se debe tener cuidado  de no penetrar más de la mitad de la profundidad del lóbulo. Es de  esperarse cierta hemorragia, por lo que se puede colocar una esponja de  gelatina en el defecto que se crea. Se ha reportado que la hemorragia es  mayor con esta técnica, pero rara vez requiere intervención.²
 
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                     
                    