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Volumen 16, número 4
Jul / Ago 2025 . vol. 16 / núm. 4

Realizando una biopsia hepática

El análisis de muestras es fundamental para diagnosticar enfermedad hepática.

Por Rachel W. Williams, DVM, DACVS (SA)

CIRUGÍA

>La biopsia hepática y el análisis de muestras son pasos importantes en el diagnóstico de enfermedades hepáticas. La aspiración hepática con aguja fina suele tener una precisión diagnóstica baja, tan baja como el 30% en comparación con la histopatología en un estudio, lo que lleva a la recomendación de biopsias quirúrgicas.1 Dependiendo del proceso de la enfermedad subyacente, estos pacientes pueden estar sistémicamente enfermos, con tiempos de coagulación prolongados, ascitis o cirrosis hepática significativa, lo cual puede volver más desafiantes a las biopsias quirúrgicas y en mayor riesgo de complicaciones. El riesgo más importante por considerar, dada la función hepática, es el sangrado. Como resultado, generalmente se recomienda verificar los tiempos de coagulación de un paciente antes de obtener biopsias.

Principios generales de biopsia hepática
Al obtener biopsias hepáticas de un paciente, es importante hacerlo de manera que se maximice la probabilidad de un diagnóstico mientras se minimiza el riesgo para el paciente. En 2019, el Colegio Norteamericano de Medicina Interna Veterinaria publicó una declaración de consenso sobre el diagnóstico y el tratamiento de la hepatitis crónica canina, que describe las recomendaciones para la obtención de muestras y los procesos de envío.

Las muestras deben ser lo suficientemente grandes como para obtener de 12 a 15 tríadas portales. Además, se recomienda muestrear diferentes lóbulos hepáticos, ya que puede haber variaciones entre ellos. Finalmente, las muestras también deben enviarse para cultivo aeróbico y anaeróbico, y cuantificación de cobre. Se requieren de 20 a 40 mg de hígado para enviar una muestra para cuantificación de cobre. En última instancia, esto ha resultado en la recomendación de un mínimo de 3 muestras de biopsia quirúrgica de al menos 2 lóbulos hepáticos para histopatología: una para cultivo anaeróbico/aeróbico y otra para cuantificación de cobre.

Biopsia guiada por ultrasonido
Una de las opciones menos invasivas para biopsia hepática es utilizar un instrumento de biopsia, tal como el dispositivo de biopsia Tru-Cut. Esta aguja de biopsia con núcleo permite muestrear lesiones más grandes que una aspiración con aguja fina. Estas muestras pueden obtenerse con guía por ultrasonido. Estudios han demostrado que estas muestras son compatibles entre 48% y 83% con biopsias hepáticas quirúrgicas.2,3 Existe una mayor probabilidad de hemorragia con esta técnica en comparación con aspirados con aguja fina, aunque la probabilidad de una hemorragia grave potencialmente mortal es baja. Aunque esta es sin duda la opción menos invasiva disponible para biopsia hepática, la precisión diagnóstica podría estar limitada por el tamaño de muestra. Si se apoya en biopsia con aguja para el muestreo, se recomiendan más de cuatro muestras para asegurar la obtención del número necesario de tríadas portales.4 Estas muestras por lo general requieren un cuidado adicional durante su manipulación debido a su pequeño tamaño. Es fácil aplastarlas o inducir artefactos en estas muestras.

Técnicas de biopsia hepática abierta

Existen múltiples técnicas para realizar biopsias hepáticas mediante celiotomía. En última instancia, la elección de la técnica queda a criterio del cirujano principal.

Una de las técnicas más sencillas es obtener una biopsia de la periferia de un lóbulo hepático seleccionado mediante la técnica de guillotina. Para esta técnica, se selecciona una porción de la periferia del lóbulo hepático que sea más puntiaguda o se vuelva gradualmente delgada, y se coloca un asa de sutura absorbible, tal como polidioxanona, a su alrededor. Se aprieta el asa, se liga el lóbulo hepático y se secciona distalmente a la sutura. Esta muestra puede enviarse para análisis histopatológico o, si el tamaño es adecuado, puede ser dividida en diferentes porciones para cultivo y cuantificación de cobre. Incluso si la muestra tiene un tamaño adecuado para ser dividida en múltiples porciones, es importante recordar las recomendaciones previamente mencionadas sobre el muestreo de múltiples lóbulos hepáticos debido a la posible variación entre ellos.

Otra técnica apropiada, sobre todo si la lesión no se encuentra en la periferia, es el uso de un punzón de biopsia. Este puede utilizarse en cualquier parte del hígado, aunque se debe tener precaución hacia el centro y el hilio del lóbulo hepático en el que se hará la biopsia. Al utilizar un punzón de biopsia, se debe tener cuidado de no penetrar más de la mitad de la profundidad del lóbulo. Es de esperarse cierta hemorragia, por lo que se puede colocar una esponja de gelatina en el defecto que se crea. Se ha reportado que la hemorragia es mayor con esta técnica, pero rara vez requiere intervención.²

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