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Volumen 16, número 3
May / Jun 2025 . vol. 16 / núm. 3

Manejo de la distocia con cirugía

El tratamiento de la afección requiere un entendimiento para esta común urgencia reproductiva.

Por Rachel W. Williams, DVM, DACVS (SA)

 

CIRUGÍA

El tratamiento de la afección requiere un entendimiento para esta común urgencia reproductiva.

La distocia, un parto difícil u obstruido que puede resultar en la incapacidad de expulsar un feto, es una urgencia reproductiva común en perros y gatos. En al menos un estudio, la incidencia de distocia en razas con sobrerrepresentación, tales como el Boston terrier, el bulldog francés y el bulldog inglés, fue superior a 80%.1 Con el aumento de la frecuencia en el bulldog francés, la distocia seguirá siendo una consulta frecuente en consultorios de primera opinión y hospitales de referencia.

Fisiopatología
La distocia puede presentarse por causas maternas o fetales. Las causas maternas incluyen inercia uterina primaria, obstrucción del canal de parto, torsión o prolapso uterino y estrechez vaginal. Las causas fetales incluyen malposición, tamaño fetal excesivo o muerte fetal.

La inercia uterina primaria se considera la causa más común de distocia en perros y gatos.2 Las causas subyacentes de la inercia uterina primaria son objeto de debate. Algunas causas sugeridas incluyen el estiramiento excesivo del miometrio debido a una camada numerosa o muy pequeña que no puede provocar contracciones uterinas fuertes.3 La hipocalcemia y los bajos niveles de oxitocina endógena también suelen estar implicados, pero aún son motivo de debate.

Signos clínicos
Los signos clínicos pueden variar según la causa subyacente de la distocia. Si la inercia uterina primaria es la responsable, es posible que se observen muy pocos o ningún signo de parto inminente. Los signos clínicos que pueden observarse incluyen contracciones débiles o ausentes, un intervalo prolongado entre neonatos o contracciones fuertes que superan los 30 minutos sin que se produzca el feto. Cuatro horas se considera el límite superior del intervalo entre partos en pacientes caninos.3 En definitiva, una gestación prolongada, la falta de progresión de la etapa 1 a la etapa 2 del parto en un máximo de 24 horas o la imposibilidad de dar a luz a los neonatos dentro de las 36 horas posteriores a la caída de la temperatura rectal por debajo de 38 °C son compatibles con el diagnóstico de distocia.3

Puede ser difícil diferenciar entre la interrupción del parto y la distocia verdadera en gatas. Se deben realizar diagnósticos para evaluar el sufrimiento fetal, la mala posición o el desequilibrio feto-materno para facilitar dicho diagnóstico.

Diagnóstico
Una de las claves para determinar el plan de tratamiento adecuado para una paciente con distocia es la presencia de una obstrucción, así como la detección de evidencia de sufrimiento fetal. Se necesitan radiografías abdominales de tres proyecciones para contar el número de neonatos presentes y detectar una obstrucción (Figura). La presencia de una obstrucción es una contraindicación absoluta para el tratamiento médico. Un gran número de fetos restantes también puede considerarse una contraindicación relativa, dado el tiempo que puede requerirse para un parto exitoso. Las radiografías pueden determinar correctamente el número de fetos en 93% de gestaciones en perras, mientras que la ecografía solo es correcta en 36% de casos.4 La muerte fetal también puede detectarse en radiografías y sería una indicación de cirugía de emergencia; esto puede visualizarse por la evidencia de gas asociado al feto.


Figura. Radiografía abdominal lateral de un paciente canino con un gran número de fetos.

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