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Volumen 6, número 5
Abr / May 2012 . vol. 6 / núm. 5

Toxicosis por fenilpropanolamina en perros y gatos

La fenilpropanolamina (FPA) es un simpaticomimético utilizado en perros y gatos, principalmente para el tratamiento de la incontinencia urinaria secundaria a hipotonía del esfínter uretral.

Por

Resumen de toxicología:



Judy K. Holding, DVM, RN

La fenilpropanolamina (FPA) es un simpaticomimético utilizado en perros y gatos, principalmente para el tratamiento de la incontinencia urinaria secundaria a hipotonía del esfínter uretral. Está indicada para utilizarse en perros y se encuentra disponible como solución en concentraciones de 25 y 50 mg/ml; tabletas masticables de 25, 50 y 75 mg; y como cápsula de liberación  prolongada de 75 mg.1 La FPA está clasificada como químico clase 1 (puede emplearse para manufacturar metaamfetamina) en los Estados Unidos. Las restricciones en cuanto a su venta pueden variar entre estados y, en algunos de ellos, puede llegar a ser una sustancia controlada.1

En personas, la FPA se ha utilizado como descongestionante y anoréxico. En el 2000 se retiró tanto de la venta libre como por prescripción en Estados Unidos, debido a datos que sugerían que la FPA  aumentaba el riesgo de choque hemorrágico en personas.2 Desde entonces, también se le ha retirado del mercado en Canadá.   

FARMACOCINÉTICA Y MECANISMO DE ACCIÓN
FPA se absorbe de manera oral con rapidez, con una biodisponibilidad de casi 98% en perros.3  En personas, el inicio de acción es rápido, en 15 a 30 minutos. Se distribuye con amplitud en los diversos tejidos y fluidos, incluyendo el sistema nervioso central (SNC). Cerca de 80 a 90% del fármaco se excreta sin modificación alguna por la orina a las 24 horas de la dosificación.1 La vida media en el suero es de casi 3 a 4 horas.3 Los efectos clínicos pueden persistir más allá de lo que se espera, con base en la vida media.4

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